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BLOGS de PLENILUNIO
Principal : http://plenilunio-grupo-poiesis.blogspot.com/
Complementario y archivos, éste: http://plenilunio-grupo.blogspot.com/
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Blog del Director, Milton Fabián Solano : http://milsolano.blogspot.com/
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Pre-lectura y taller de poesía para seleccionar a quienes leerán sus poemas en nuestro Encuentro No. 76 el 4 de Septiembre, 2010. Lugar: Comfenalco Valle – Torre C , Tercer piso (Calle 5 # 6 – 63), Día: Miércoles 11 de Agosto de 2.010. Hora: 6:30 pm. A LAS PRELECTURAS DE SELECCIÓN Y TALLER USTED PUEDE ASISTIR PARA COMPARTIR SUS POEMAS, HACER TALLER O COMO OYENTE…
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FUNDACIÓN PLENILUNIO,
EL CENTRO CULTURAL COMFENALCO, VALLE Y
SISTEMAS DE INFORMACIÓN EMPRESARIAL, S. A., SIESA
ENCUENTRO No. 6O CON LA POESÍA, LA MÚSICA Y LA PINTURA
Y AL LANZAMIENTO DE LA REVISTA PLENILUNIO No. 28
FUNDACIÓN PLENILUNIO,
EL CENTRO CULTURAL COMFENALCO, VALLE Y
SISTEMAS DE INFORMACIÓN EMPRESARIAL, S. A., SIESA
ENCUENTRO No. 6O CON LA POESÍA, LA MÚSICA Y LA PINTURA
Y AL LANZAMIENTO DE LA REVISTA PLENILUNIO No. 28
EN HOMENAJE AL POETA PAYANÉS
AUGUSTO HOYOS, pequeño dios filósofo y poeta
Leyeron poemas con él:
GLORIA OGONAGA PELÁEZ
ADASSIA GHELMAN
MARÍA TERESA GAMBOA
JOHN FREDY CAMPO
YOLANDA DELGADO DE TENORIO
YOLANDA DELGADO DE TENORIO
ESTEBAN BLANDÓN
BLANCA HELENA MUÑOZ DE ESCOBAR
Presentación de la Tuna:
"Voces y Melodías del Valle“
Directora: Maestra CENELIA MÁRQUEZ
Muestra Pictórica:"Horizonte, Unidad de Paisaje"
Presentación de la Tuna:
"Voces y Melodías del Valle“
Directora: Maestra CENELIA MÁRQUEZ
Muestra Pictórica:"Horizonte, Unidad de Paisaje"
Maestro CARLOS RENDÓN
Guía Dra. Paola Andrea Maldonado
Coordinadora de Cultura Centro Cultural Comfenalco, Valle.
Sala de Presentaciones Artísticas Centro Cultural Comfenalco,
Valle Torre C, Calle 5ª No. 6-83, mezanine
Sábado 4 de abril de 2009
Hora : 6:30 p.m.
ENTRADA LIBRE
ENTRADA LIBRE
Copa de Vino
“Regresaré al insondable laberinto
de mis formas iniciales
donde todo y nada suman infinito”
Augusto Hoyos
de mis formas iniciales
donde todo y nada suman infinito”
Augusto Hoyos
El Director y fundador de la Fundación Plenilunio, Milton Fabián Solano abre el evento, agradece a los asistentes y presenta al poeta Augusto Hoyos, homenajeado de la fecha
Los poetas se preparan para su lectura en la primera Mesa de honor: Gloria Ogonaga Peláez, María Teresa Gamboa, Esteban Blandón y Adassia Ghelman
La poetisa Gloria Ogonaga Peláez lee sus versos de erotismo y vino trabajados con dedicación y picardía
GLORIA OGONAGA PELÁEZ
I
UVAS DE PASION
“Algunos vinos se destapan antes de tiempo,
algunas personas mueren antes de su hora¨
Luis Fernando Afanador
A mi prima Lilia Peláez Sierra
Ebria en tu rojo rubí.
un poco de piel
un tazón de besos.
Las mejillas sobre tus nubes
a veces esta
soledad estéril
se alimenta
aún de tu dulzura.
Flechas y rayos en el horizonte,
el cristal sangra en rojo vino.
El mar y la red
en burdeles de abrazos.
Pirata de mares
pirata de amores
que nunca duermen.
Soñolientas estelas
no quieren borrar los besos de uvas,
ramilletes de pezones,
el odre se derrama
fluye cantarino el vino rojo rubí.
II
¿INVOCACIÓN DE DIOS?
Una invocación a la desesperanza.
Nadie mejora con los años,
la soledad es más árida,
no quiero tragar miserias piadosas.
El vino recorre
tu mar… mi cielo…
Cánticos susurrados
en socavones secretos
que nadie escucha.
El rojo vino
calienta las almohadas navegantes
de tus silencios,
en tus esteros, en tus islas
que ayer… sorbo a sorbo nos bebimos…
III
Se estremecen las ajorcas,
mis piernas no son alas
para elevarme hasta tu mástil
La ensenada loca de ebriedad
no recuerda los años
ni los días del guerrero vikingo.
Huye de mis playas,
no te aferres a mis sueños,
mis garras hieren
los perversos versos en tus manos.
…Una copa de vino
tranquila navega…
lo quieras o no
es rojo el cristal
como te recuerdo,
igual al lejano atardecer
dentro de la botella.
IV
Sorbo a sorbo,
allá arriba,
donde descansan los deseos.
Torrentes que penetran
los sentidos de las galaxias,
único sabor
que disfruta el paladar humano
en éxtasis de amor.
…Allá arriba,
donde descansan las uvas…
I
II EL BALCÓN DE LOS RECUERDOS
A mi prima Lilia Peláez Sierra
El gran árbol de la vida,
pergaminos satinados.
Ellas: poetas tejedoras de metáforas
vecina ancestrales
Mara- Adassia- Gloria-
evocan la cultura antigua
amasada en tules de maíz dorado.
carrieles llenos de lenguajes extranjeros
Latín- Esperanto - o simplemente
jerga de Laureles -Junín -o Robledo.
Ortodoxas - comunistas -, oligarcas,
ellas : de meñiques maquillados
y brassieres en encaje negro bien ajustado.
¿Discernir sobre la vida?
Y … tu que opinas, que propones?
¿Yo?... que se me otorgue la eutanasia
cuando mis alas dejen
de dibujar palabras.
Al desamor, todo lo
soporto con poemas.
A mi Dios que todo lo perdona.
Y que el aquelarre en este balcón
nos vuelva eternas.
Aquí hamacadas en
tertulia con nuestros dioses,
miramos las montañas
frente a frente … a la vida o a la muerte.
I
UVAS DE PASION
“Algunos vinos se destapan antes de tiempo,
algunas personas mueren antes de su hora¨
Luis Fernando Afanador
A mi prima Lilia Peláez Sierra
Ebria en tu rojo rubí.
un poco de piel
un tazón de besos.
Las mejillas sobre tus nubes
a veces esta
soledad estéril
se alimenta
aún de tu dulzura.
Flechas y rayos en el horizonte,
el cristal sangra en rojo vino.
El mar y la red
en burdeles de abrazos.
Pirata de mares
pirata de amores
que nunca duermen.
Soñolientas estelas
no quieren borrar los besos de uvas,
ramilletes de pezones,
el odre se derrama
fluye cantarino el vino rojo rubí.
II
¿INVOCACIÓN DE DIOS?
Una invocación a la desesperanza.
Nadie mejora con los años,
la soledad es más árida,
no quiero tragar miserias piadosas.
El vino recorre
tu mar… mi cielo…
Cánticos susurrados
en socavones secretos
que nadie escucha.
El rojo vino
calienta las almohadas navegantes
de tus silencios,
en tus esteros, en tus islas
que ayer… sorbo a sorbo nos bebimos…
III
Se estremecen las ajorcas,
mis piernas no son alas
para elevarme hasta tu mástil
La ensenada loca de ebriedad
no recuerda los años
ni los días del guerrero vikingo.
Huye de mis playas,
no te aferres a mis sueños,
mis garras hieren
los perversos versos en tus manos.
…Una copa de vino
tranquila navega…
lo quieras o no
es rojo el cristal
como te recuerdo,
igual al lejano atardecer
dentro de la botella.
IV
Sorbo a sorbo,
allá arriba,
donde descansan los deseos.
Torrentes que penetran
los sentidos de las galaxias,
único sabor
que disfruta el paladar humano
en éxtasis de amor.
…Allá arriba,
donde descansan las uvas…
I
II EL BALCÓN DE LOS RECUERDOS
A mi prima Lilia Peláez Sierra
El gran árbol de la vida,
pergaminos satinados.
Ellas: poetas tejedoras de metáforas
vecina ancestrales
Mara- Adassia- Gloria-
evocan la cultura antigua
amasada en tules de maíz dorado.
carrieles llenos de lenguajes extranjeros
Latín- Esperanto - o simplemente
jerga de Laureles -Junín -o Robledo.
Ortodoxas - comunistas -, oligarcas,
ellas : de meñiques maquillados
y brassieres en encaje negro bien ajustado.
¿Discernir sobre la vida?
Y … tu que opinas, que propones?
¿Yo?... que se me otorgue la eutanasia
cuando mis alas dejen
de dibujar palabras.
Al desamor, todo lo
soporto con poemas.
A mi Dios que todo lo perdona.
Y que el aquelarre en este balcón
nos vuelva eternas.
Aquí hamacadas en
tertulia con nuestros dioses,
miramos las montañas
frente a frente … a la vida o a la muerte.
La poetisa María Teresa Gamboa presenta su reciente producción de motivos evocadores, con gran profundidad
MARÍA TERESA GAMBOA
FUTURA MADRE
Estas viviendo
los días mas iluminados
de tu vida
Tejes sueños
para ti y para el ser que esperas
sumergida en el
misterio de la vida
del ser que palpita
en tus entrañas
mientras tu vientre
y tus pechos se dilatan
esperando la llegada
tal vez en el ocaso
Esa noche
las estrellas
brillarán como nunca
para ti y para él
SEMBRADORA
En mi jardín
quise flores sin espinas
y el jardín se destruyó
Hoy añoro ese jardín
con sus rosas en botón
no importa que las espinas
me taladren el corazón
MONTAÑA VACÍA
Solo un manto de niebla cubre hoy su desnudez
voraz incendio la abrazó
Árboles, pájaros y reptiles quedaron calcinados
Hoy llueve ceniza en la ciudad
y no hay volcán alguno
ENCRUCIJADA
En algún lugar existen
laberintos subterráneos
que conducen a la salvación
Encrucijada rocosa
espera al enemigo
El fuerte invierno desvía el río
Será otro cauce que éste tomará.
Clama la Selva
HIJA
Antes que tú nacieras
me encontraba muy sola
Una noche me asomé a las estrellas
te imaginé muy bella
y al poco tiempo supe
que en mi vientre florecía una de ellas
y esa eras tú, toda llena de luz
EL LOCO
Con su costal de sueños
asido a su espalda
va el hombre
Transita por calles inciertas
sin rumbo alguno
Al reflejarse en los cristales
ríe, canta y a veces llora
Descansa en cualquier lugar
bajo la lluvia o el sol
Parece no importarle nada
Riega sus pertenencias
y poco a poco las vuelve a recoger
El loco, o el más cuerdo
por fin ha encontrado su felicidad
LA LUCHA
Laberintos subterráneos
que conducen a la salvación
Encrucijada rocosa
en espera del enemigo
El fuerte invierno tapona el río,
será otro cauce que este tomará
¡Clama la selva!
El joven poeta Esteban Blandón hace su primera lectura en la Fundación Plenilunio. Exhibe seguridad y madurez en esta noche de gala en homenaje al veterano poeta payanés Augusto Hoyos
ESTEBAN BLANDÓN
NUESTRA TIERRA
La muerte del amor debe ser la más secreta de las derrotas
Mi lucha la de tantas muertes.
Mi rostro tatuado de cansancio.
La tortura de mis imaginarias derrotas
Y una constelación de mitos al acecho.
Tus brazos en la incursión de mis batallas.
Tus caricias profanas coronadas de laureles.
Mis legiones en busca de exilio en la epopeya
De tu cuerpo. Eros persuadido por tu indiferencia.
Tu corazón flemático y rígido
Como un día revestido de niebla.
Mis labios en la espera de un beso
Que pueda cambiar nuestro destino.
Embriágate con mis triunfos, Helena
En esta, tu patria, que también es mi patria
Territorio de alianzas y promesas
Que he colonizado para tu libertad.
Aunque este encuentro no tenga nada de amor
El mundo cabe en nuestros cuerpos
Y juntos, dementes, podemos
Derrotar la realidad en un abrazo.
SEMÁNTICA DEL OLVIDO
Mi cuerpo
Que aún no se acostumbra
Al silencio de tus ausencias se pregunta:
Cuándo volverán tus recuerdos
A pasar la noche conmigo.
Cuándo el insomnio te encontrará diciéndome:
Ya son las cinco de la madrugada
Y es tarde para hacer un buen poema.
Mi derrota me ha obligado
A decir la verdad con palabras
Yo que sólo sé de la vida
Lo que de cierto tiene tu nombre.
Para qué pronunciarlo de nuevo si se
Vuelve común fuera de mi vocabulario.
La vida que no sabe de renuncias me dice
Que el amor soporta todas las direcciones,
Aun las de mis complejos juegos intelectuales
Que construyo en tu honor tratando de descifrarte.
Perturbado recopilo fragmentos
De tu ahora indescifrable imagen
Esparcida por la ciudad,
Fuera de mi entorno y de estos
Versos que se saben incompletos
Carentes de tu presencia.
Sobran las palabras,
La elocuencia de mi voz
Y este viejo diccionario que sólo
Sabe de sinónimos y antónimos.
Mi discurso huérfano en vocablos
Es el albergue de tu cuerpo,
Sugerente campo semántico hecho de
Imágenes, sonidos, acentos y metáforas
Que en tu ausencia pretendo respirar.
HOJARASCA
El día transcurre más lento
Con su ausencia de soles y vientos.
Rumor de hojas a la intemperie
Prodigio de voces en almas etéreas.
El mutismo de las horas invade la tarde
Y colma mi memoria de recuerdos.
Dominical ceremonia de utopías
Y pasiones sin tiempo.
Pleno de amores y evocaciones
Te llevo constante en mis sueños
En el tiempo de la hojarasca.
QUISIERA QUE TU BARCA
Quisiera que tu barca atracara en el puerto de mi humilde muelle.
Sentir que la brisa de la noche te lleva hasta mi vera
Cada vez que una ola busca la playa de mi tedio.
Verte arribar en mi varadero como el alcatraz
Que asombra la mirada de tus ojos turistas.
Juega con mis sueños, invade lo apacible de mi ocaso
Surca con tu pleamar mis islas, mis mares de aliento
Y este enamorar caribe que llena de ostras la caracola de tus océanos.
Musa crepuscular, navío flotante en mi bahía
Déjame ser tu horizonte, tu gaviero, el norte de tu proa
Y el estero donde eternamente posarás tu ancla.
Con mi flotilla te abrigaré en las noches
Seré en tu velero puerto de vientos taciturnos
Arrecife de tus emociones, confín en tu navegar
De bella durmiente y el litoral para el alcázar de tus sueños.
La poetisa Adassia Ghelman presentó sus versos cálidos y recatados como su persona.
ADASSIA GHELMAN
HE VIVIDO
En este mi pasado que he vivido
amando todo lo que me rodea
no importa donde estuve
o lo que hice.
He ido
paso a paso por la vida.
Lo he degustado todo a mi manera.
Poco tuvo que ver en mi
el destino.
Me abrí paso
a mi ritmo.
Fué muy largo este camino mio
era, mi único viaje por la vida
lo visualizo hoy
desde otro prisma
que poco se ha perdido en lo vivido
He gozado
plantado y cosechado.
Hoy, desgrano recuerdos
y los voy ensartando.
EL ÁNFORA
El ánfora del alma
está llena de recuerdos
se mezclan con el tiempo
se confunden, se extravían
por momentos.
La oleada de los vientos
no ceja de mezclarlos
todos juntos son
mi vida
son mis días
paso a paso
subieron y bajaron
en el tobogán del tiempo.
Aún vivo sus recuerdos.
Unos fuertes...que estremecen
otros...parecen viento
pero siguen sin soltarse
recordándome los tiempos
unos dulces y tranquilos
sólo son..Esos recuerdos
y se guardan
se archivan
en el ánfora del alma
toda llena de recuerdos.
PRIVILEGIO DE MIS SENTIDOS
Percibir el murmullo del viento
por entre los árboles
caminar
ver las sombras.
En la magnitud del universo
sentirme libre
hacer monólogos al viento
sentirme parte de todo este paisaje
embriagarme con los perfumes de la noche
y seguir adelante.
En la segunda Mesa de Honor los poetas que acompañan al homenajeado Augusto Hoyos, Blanca Helena Muñoz de Escobar, Yolanda Delgado de Tenorio y John Fredy Campo, junto al ramo de flores
John Fredy Campo nos trajo sus versos sorprendentes, llenos de picante y entusiasmo para cambiar de voz y tono en las noches de cultura de la Fundación Plenilunio
JOHN FREDY CAMPO
CROYDON
Los bejucos colgaban
del techo
la tiza silenciaba las palabras
la mano estrecho entre uniformados
Gris, rojo, azul, eran las respuestas
Horas pasaron
y se dio cuenta que era invisible
Así comenzó el partido
Saque de meta, va pique, corre, apunta
y goooooooooooooooool
Compañeros miraron asombrados
y rieron tontamente.
Apenado se refugió en el cuaderno
y recorrió con el lápiz
Versos, flechas, geografía, corazones y demonios.
Todo quedó en la última página.
Dobló sus pliegues y lo echó a volar.
Ajado náufrago, como barco de papel.
INTERVIEW
Suena el teléfono
Espera verme a las once
No se qué decir, vestir, llevar
Abre la puerta
Estrecha su mano temblorosa
y sonrisa forzada
Comienza el interrogatorio
¿Quién es usted?, ¿dónde vive?
¿Con quién?, ¿por qué renunció?
Eran las preguntas y su mirada fija en mí
¿Dónde guardar la ansiedad y tener la respuesta?
Miente, es seguro
Su voz lo delata
Se acerca y me dice dibuje,
Apreté el lápiz y por
un momento fui libre.
Entregué mi hoja
y su respuesta fue:
Le llamaremos.
GENIO Y FIGURA
El hombre inteligente
se acerca a la incauta dama
Estrecha su mano
la invita a bailar
En tres movimientos
resuelto el asunto.
Paga la cuenta
se retira, repasa el momento
Baile pegado,
mano a cadera,
beso robado,
igual a bofetada.
TÉCNICA DE DIGITACIÓN
Horas pasan por binarias ventanas
Todos hemos de hablar
plasmar los instantes
Dejar las palabras
seguir las ausencias
Te vi tras un nick
Los detalles eran vagos
Una conversación a medias palabras
No podía entender el monosílabo escrito
Todo fue repetitivo
Quería sentirme cerca
Ver mi rostro
Dilucidar un poco de mi alma
Estaba renuente al asunto
Dejé de ver por la rendija
Una mirada, sonrisa o el torso desnudo
así decidirá hablarme.
Pero todo era estéril
Su mirada al suelo
El tiempo corría
Mil asuntos al tiempo
El sistema falló
Dejé mi mensaje
Ignorado
Estabas distante de mí
Tal vez
la cámara no favorece
El cuerpo ha estado inamovible
Has olvidado el contacto
ESMAD
Una piedra
violenta el enjambre
Fusil al viento
la masa ha quedado
en mutismo
La poetisa Blanca Helena Muñoz de Escobar lee unos poemas hechos con gran factura literaria producto de su gran vena artística.
BLANCA HELENA MUÑOZ DE ESCOBAR
ESCRIBO EN LA OSCURIDAD
Igual que la imagen de mi cara en el espejo...
M. Mercedes Carranza
Pienso desde el oscuro recinto
de mi memoria,
o tal vez añoro,
los años vencidos en los techos,
las ventanas llorosas,
polvo de lamentos
y de cal desconchada.
Llegan desde la percepción de lo vivido,
tantos muebles vacíos,
las manos insomnes
no cobijaron la ternura
y las palabras
vengaron a la ausencia.
El azogue del espejo
reclama en su deterioro
mi imagen sin recuerdos;
el corazón no entrega más latidos ,
no se derrama tinta en la hoja ,
ni suspira el poema.
NOCHE CIEGA
De mirarte tanto y tanto
Pedro Salinas
De mirarte tanto y tanto
te he llamado noche ciega,
desde la nieve a los valles
entre eucaliptos y brisa.
Y ya mi voz existía
en tu palabra inconclusa
y estás llamando a mi nombre
entre el ramaje y el trino.
Si tú has estado por siempre
en el iris de mi vida,
hoy me rindo ante tus ecos,
a tu brillo, noche ciega.
EL RETRATO
...lleno de vejeces...
Arthur Rimbaud
Una casa, sin puertas, derruida;
las polillas asesinas
bebieron la intimidad celosa
de la muerte.
Sus ventanas escabullen las noches
y la casa en luto,
exhala al olvido
las vejeces sin tiempo.
Llena está de agrio aire;
ojos sin retentiva
avizoran huellas de sombras en enigma,
de podridos enseres y retretes.
Casa de los abuelos
con sus risas que gimen
convertidas en muecas,
enrarece de historia los ancestros
y enluta en sombríos vestidos
los armarios desvencijados,
con carcoma.
Y aquí,
en herido silencio de fantasmas sin nombre,
el retrato de una niña
en un marco de plata enmohecido.
TREN EN CONTRAVÍA
¿Soy como esos boreales
que han seis meses de luz y seis meses de sombra?
Arthur Rimbaud
Donde hay un libro abierto,
siempre estoy en escucha,
sin oír ni un quejido,
clavada en los anteojos corrijo en los renglones
el ulular de sirenas, sin rieles, sin polines.
Releo como asquea entre el humo podrido
un beso displicente y una fatal mirada
y me llamo en asombro:
¿Es grito desahuciado
que me anuncia una vida?
¿O es tal vez el repudio a una noche de celo
que escondió entre sus uñas encarnadas
el horror-pesadilla de un día de seis meses,
o seis meses de un sueño?
IMPRONTA
Sobre los muros, resquebrajados,
el pasar de la guerra
estampó su lamento
La impronta del sendero
en la memoria del asfalto
permeó hasta la tierra.
Se escucha el letargo
en el silencio
y una campana entona un Te Deum.
Yolanda Delgado de Tenorio es poeta alta y de continente austero. Así es su poesía, más el tono sardónico y picante que impone en su lectura.
YOLANDA DELGADO DE TENORIO
NO, LISÍSTRATA, NO
No renunciaremos
a que al gozo de una mirada
seamos dos borrascas
que vuelan a encontrarse
No renunciaremos a sus lenguas
que como el mar
lamen nuestras playas
No renunciaremos
a que nuestros pezones recorran
el bosque de sus pechos desnudos
No renunciaremos
a caminar
guiadas por los ojos de las manos,
sus cuerpos varoniles
No renunciaremos
a sus besos
que nos llevan al delirio
Mil veces no, Lisístrata
Aunque se derrumbe el mundo,
se multiplique la guerra
y los campos se fertilicen con sangre,
no tocaremos la copa, Lisístrata
Te propongo
que llevemos a nuestros guerreros
a otras batallas:
amarrados con juncos
coronados con laurel
bañados con aromas
los saciaremos de besos y caricias
Nos beberemos sus ríos
vaciaremos sus cavas
y no habrá un solo hombre en los campos
Cuando llegue la aurora
estarán plácidamente dormidos...
Embriagados con licores de diosas
no tendrán fuerzas
para hacer la despiadada guerra
Y nosotras, renovadas cada día
las mil
las diez mil
las cien mil noches de amor
les cantaremos
Y será nuestra guerra
entre las sábanas
la paz del universo entero.
DESAZÓN
Este cansancio de pisar las mismas calles,
De es cuchar las mismas palabras carentes de sentido,
de oir el ulular de la ambulancia que pregona la muerte,
de ver los mismos árboles en sus habituales sitios.
Este cansancio de la misma gente,
iguales casas, iguales cielos,
las mismas lunas
Y sobre todo, este cansancio de ti,
este cansancio de verte
de buscarte
de necesitarte
Este hastío de vida
de silencio
de sombras
de voces
de presencias
Este no más,
no más,
no más...
y no se apaga el sol...
QUIÉN LO CREYERA
Esa loca
que se bebe mi vida,
que no hace el amor
porque es un ángel asexuado,
que está atravesada en mi existencia,
es voyerista
Se asoma
por las rendijas
mira feliz
se va, vuelve
goza
aplaude
¡Y cómo es de alta
en la noche del remordimiento !
Ver video
La periodista y Comunicadora Carolina Quevedo Castro lee con pulcritud el ensayo "Augusto Hoyos, pequeño dios filósofo y poeta" escrito por su padre, el escritor Leopoldo de Quevedo y Monroy
AUGUSTO HOYOS, pequeño dios filósofo y poeta
Por Leopoldo de Quevedo y Monroy
Por Leopoldo de Quevedo y Monroy
Nivaldo Augusto Hoyos siempre ha sido un niño con cabello negro, cuerpo de caballero andante y dientes alegres dibujados en su sonrisa. Aunque hubiera debido llenar de tristeza su cántaro de vida por la muerte en llamas de su padre, se levanta en las mañanas como después de un vuelo de un Fénix todavía cansado. Una congoja irreparable por el ser que le enseñó a leer y gustar de la palabra le rinde homenaje callada todos los días. Ama su nombre de Nivaldo y por eso lo guarda en el cofre de la reserva y de lo sagrado. Es el legado ilustrado que le dejó su padre.
Cuando miramos caminar a Augusto Hoyos, silencioso, con los ojos retraídos, nos podríamos imaginar a un hombre inconsútil, translúcido, sin historia. Es tan simple su silbo, tan sencillo su trato, tan llana su palabra, tan quieto su palpitar y tan moderada su sonrisa. Para medir su profundidad y hallar la dimensión de su importancia basta oírlo hablar, abrir la extensión de su pasmosa obra y leer su pensamiento inquieto que sabe a guerra, a eternidad, a azar y a engaño de la historia.
La inocencia se arrojó de mi rostro
y me dejó este gesto parecido a la sonrisa
y estos ojos de lluvia
parecidos en tormenta a la tristeza.(1)
Nació en Popayán, tierra de batallas, montañas frías, acento castizo, tradiciones y nubarrones sobre guayacanes y potrillos. Hizo sus estudios primarios en el colegio de unos frailes franciscanos y a eso atribuye el bagaje de palabras e imágenes que lo persiguen en sus monólogos largos y en la poesía. Deambuló por ciudades, por bares y por barrios llenando su bodega de caras, vino, amigos, ilusiones y de la lentitud del viento. La quietud de la ciudad pequeña no invadió su ambición ni le quitó por un momento el sueño. En las paredes de su habitación no hay cartones que acrediten lauros ni academias ni sermones de seminarios. Prefirió ser autodidacta y aprender a solas con su reflexión las dulzuras, la acidez o la crueldad de la guerra y el sinsentido que brota de la boca humana.
Sus primeros contactos con la poesía fueron con el autor de Azul, Sonatina y Los motivos del lobo. Su musicalidad y movimiento de entre sables y clarines, entre la santidad de la palabra dada y la mentira lo contagiaron de su luz y sentido. Hoy ama a Borges con su mirada ciega y su escritura creativa y luminosa.
Su juventud fue rica en anécdotas del brazo de poetas, bohemios, burócratas y libros. A los 25 años, en esa edad de libertinaje, de sueños, de ajenjo, mujeres y vaivenes, cruzó por el nadaísmo, por la existencial manera de concebir la vida, por la negación de lo tradicional y el uso de la mierda y el ojo oscuro de la escatología. Anduvo con las figuras poéticas del momento en Cali, Jota Mario Arbeláez, Alfredo Sánchez, el monje loco Elmo Valencia, Aníbal Arias, Antonio Zibara, Alos Rojas, Laureano Alba, Javier Tafur y Ángela Tello. No se dejó seducir por la magia de Caicedo y su poesía está despojada casi por completo del desgreño y humor negro de esa barra irreverente de sus congéneres.
Éramos con niños
como furias que se levantan al alba
como goznes de puertas infinitas.
Así nos sentíamos hasta el punto
que descansar era un punto irrisorio.
Entonces nos incrustábamos en el tiempo
y fuimos un punto más de una línea
que nunca había comenzado
…(2)
Augusto vive hoy como ayer, entre sus pensamientos y la humildad del silencio suficiente, para gozar de la tranquilidad y el cariño de la palabra y el abrazo de sus tres hijos. Los versos lo siguen sorprendiendo en las esquinas o en la tienda. Por eso lleva en el bolsillo lápiz y dos o tres servilletas que le sirvan de testigos en su oficio ante la Musa.
Las ocupaciones siempre han despertado mi curiosidad
Durante muchos años
siempre me ocupé de algo
Ahora siento que mi ocupación en las mañanas
es ser libre
En las tardes
la ternura cubre todo mi vasto tiempo
hasta que en las noches
llega la poesía y me sacude
y me toma desprevenido
como a cualquier amante sin oficio(3)
La actividad febril de sus años de burócrata entre los números y los cheques, entre sus amigos y el humo de la vida, se ha vuelto más escondida como conviene a quienes miran de cerca la banalidad de la esperanza y la promesa humanas. Es un dios triste que se ha vuelto filósofo niño y que habla solo con el papel en blanco y con los fantasmas.
Cuando jugué a ser Dios me partí la uña
dejé los sueños infantiles y me dediqué a ser hombre.
Desde entonces la manzana es mi fruto preferido
La patraña es mi razón de ser
los caminos torcidos me agradaron
así llegué al progreso total.
Hoy me llaman civilizado, por decir lo menos.
A lo mejor evolucioné tanto
que no me alcanzo a reconocer,
a lo mejor las imágenes de los espejos
no son tan ciertas como pensaba.(4)
El poeta Hoyos no ha escrito sobre la arena. Su palabra de ayer es tan vigente y fustigadora sobre la realidad que nos azota. Parece que anoche se hubiera levantado a llorar sobre la muerte de ciudadanos, de inocentes y de soldados acompañado de la neblina hasta el alba.
Tengo una noche de estrías compactas, de luces inciertas
…
una noche en la que el miedo se hará carne
una noche de metal
una noche de pisadas duras
de pasos uniformes
de brazos ligeros como el odio
una noche que no tendrá día ni descanso.
Esa noche, que es para ti y para mi,
nosotros la forjamos
nosotros la hicimos posible
es la hija que gestamos
…(5)
Nivaldo Augusto Hoyos ha escrito dos libros de poemas en su corta vida. Se ha tomado largas bocanadas de tiempo para trazar cada uno de los pisos de su edificio de dos plantas. Fiel a su parsimonia no ha corrido como el afán ni tras la fama de aparecer en conciliábulos y escaparates entre copas de metal y letras de molde. Monólogo de un dios triste -1987- es su palmarés que lo ha llevado lejos y otro nuevo inédito Los Oficios del agua que tiene remojando en la paciencia, inicia con el poema Génesis del diluvio, que podría ser el resumen de su vida:
Conocí un mar
que se las daba de río
fatigó cataratas y lagunas
habitó en arroyos y ensenadas
convivió con huracanes y tormentas
conoció los secretos de la nieve
hizo una breve escala
en témpanos extraviados
reclamó para sí
el principio del rocío
y terminó en una gota de agua
que se diluyó
silenciosamente
en un océano.(6)
La muerte ha caminado lenta por el castillo del encierro de Augusto Hoyos y por los surcos de versos que ha regado desde su adolescencia. Con su cara lívida y su sonrisa con los dientes fuera en su quijada, ha perdido hasta ahora el tiempo en sus idas y venidas con la guadaña al hombro. El amor también lo ha visitado y le ha dejado fugaces dardos en su lomo, como a los toros en diciembre. A veces se ha mecido en la tempestad como en un barco en altamar cuya quilla se ha partido y, así, ha regresado al puerto con sus rosas marchitadas y como pirata sin botín. La soledad, - con su enemigo, el miedo -, ha recorrido sus fronteras y lo ha llevado a mirar la guerra frente a su casa. La paz tocó un día su puerta para pedirle asilo, pero lo encontró solo e inerme y se devolvió, porque la paz ya se acostumbró a dormir junto a las armas.
Ebrio de soledad y de disputas
me recogí en el vientre de la ciudad
y escuché:
la sombría palabra
la rutina del odio
la canción de una guerra para buscar una paz
la canción de una vida que buscaba una muerte.(7)
En esta noche de Plenilunio, sólo la Luna comprende las palabras de Augusto y los oídos se asombran cuando las sentencia con su voz. Seguirá luego sus pasos, e irá a sumergirse en las aguas de la noche esperando un barco y un amor que llene de un vino generoso su cántaro aún seco, que le calme la ebriedad de iras y de muerte. Salud, poeta, que esperas la imposible eternidad.
Cali, 16 de marzo de 2009
(1) HOYOS, AUGUSTO. Monólogo de un dios triste. Cali: Feriva. 1987. Pág. 79
(2) Ib. Pág. 11
(3) Cedido de su libro inédito, aún sin nombre
(4) Op. cit. Pág. 27
(5) Ib. Pág. 15
(6) Cedido de su libro inédito, aún sin nombre
(7) Op. Cit. Pág. 21
El homenajeado Poeta Agusto Hoyos aplaude desde la Mesa de Honores y agradece la lectura de la reseña biográfica y de su obra
Nivaldo Augusto Hoyos, poeta de Popayán, residente en Cali, lee poemas de único libro "Monólogo de un dios triste"
POEMAS DE AUGUSTO HOYOS
MONÓLOGO DE UN DIOS TRISTE
Yo tuve un hijo
que nació manco
El segundo, más agraciado que el primero
resultó sordo
El tercero, con más suerte que los anteriores
llegó cojo
El cuarto (por qué no felicitarme de mi suerte)
no tiene voz
El quinto, que creció,
se llenó de cólera
El sexto, que favoreció la estirpe,
se declaró ciego
El séptimo, que fue un descanso para mi,
empuñó las armas
El octavo, agraciado él,
empuñó las armas contrarias
Los reuní a todos
y formé uno solo
y lo llamé
el hombre.
LA HORA
Alguna vez el mar estuvo en tus manos
alguna vez el aire estuvo en tus ojos
alguna vez un relámpago cruzó tu rostro
alguna vez detuve mi barco en tu mirada
y las noches precedieron a los días
Y estos a su vez
y estos a su vez…
Del fondo de tu ser brotaron llamas
Ángel parecido a la ternura
Me sometí
me sometí
Las campanas de la hora habían llegado
SON DE ÓRGANO
Manso y débil, fuerte y generoso,
mi corazón se hunde en tu boca
Parte en dos la quilla de los barcos
Mi corazón
que fue un solo de latido
que hizo canciones a los marineros olvidados de Dios
Mi corazón se armó de valor y desecho las palabras necias
arrinconó la falacia
en su pequeño cuartito de dos por dos
Azotó la envidia
con rosas más fuertes que el látigo
Desechó la ambición en cajitas para llevar
Hizo del dolor su fuerte de bucanero
Pirateó la verdad
por lejana, por inalcanzable
Pero mi corazón se hizo a la mar
en un día de invierno
para nunca más regresar.
SUCESOS Y SOMBRAS
Cuando al hombre le atan las manos para que no hable
lo amordazan para que no gesticule
le atan los cordones de los zapatos para que no piense
le ponen vendas en los ojos para que no grite
Cuando eso sucede
la ignominia abre sus puertas
la injusticia se acuesta en nuestra cama
el sufrimiento se nos mete por el ombligo
Es entonces cuando decimos
otra vez nos han jugado sucio
los que nos dijeron que evolucionamos
los que hicieron del progreso sus sentido de la Vida
los que dijeron que este es el mundo mejor de los posibles
los que hicieron de la ciencia una forma de morir para
manadas
Así cualquiera se muere con una sonrisa
partiéndole la cara.
LA CASA DE LA CONCIENCIA
Ayer, concienzudamente, me dediqué
a barrer la casa de la conciencia
Apliqué todos mis conocimientos, pasados,
presentes y futuros
en la metódica y descomunal tarea
Fue necesario armarme de todos los utensilios
hasta ahora inventados por el hombre
desde un microscopio para egos enanos
hasta un telescopio para egocentrismos soberbios
No bien armado de toda esta artillería
comencé desbocado la fenomenal tarea
Empecé con los pisos superiores, bien altos por cierto,
en donde se guarecían los más ignotos deseos
La buhardilla estaba repleta de las cosas futuras
(Las pasadas se habían vendido al enemigo)
Así, fui bajando hacia los pisos inferiores
que, no por ser inferiores, también necesitaban de
toda mi atención
El piso al cual me apliqué diligentemente
fue al tercero, no porque el tres fuera mi número,
sino porque tres veces caí en la misma trampa
Lío me formó la noble venganza
cuando le barrí el lomo sin que se diera cuenta
Y qué no decir del odio, ese pequeño (o grande)
que llevaba dos mil años o más sin que nada le dijeran
Lo sacudí como cuando el viento sacude las palmeras
lo eché presto de la casa, sin acceder a sus ruegos
Me pedía un día más, aunque fuera el último
(y lo digo, estuve tentado a ello)
Qué podemos decir de la envidia, examinémosla:
estaba convencido que no podría vivir sin ella
porque ella era el motor que me inclinaba hacia adelante
porque me hacía cosquillas en el bajo vientre
además, me impulsaba como catapulta
sobre mis amigos y sobre mis enemigos
Esta labor me tomó varios años
tal vez milenios
sin pedir nada a cambio
Sólo quedó el Amor
que huyó despavorido cuando vio mis intenciones
Lo miré a los ojos
y le dije: mi misión no es contigo
espérame afuera con las tempestades,
ellas nos llevarán a un lugar más propicio
DESTINO
Desde el fondo de tus ojos
acecha el misterio y algo más atroz
que no puedo conjeturar
porque no decirte que tus brazos
fueron el infierno
prometido a mis avatares
desde la noche inmemorial
Ya tu memoria era la cazadora de mi pasado
había en ti algo tempestuoso
y cierta serenidad
propia del loto solitario de un estanque
La paciencia de los días
fueron testigos de mi persistencia
en unos ojos de asombro
La vida transcurría tenue
como una brisa de mar
Nada en el horizonte
hacía presagiar huracanes
que ya estaban previstos en la historia de los tiempos
Nada hacía presagiar
que mi barco tomaría un rumbo desconocido
Nada hacía presagiar
la soledad, el silencio
y ese rumor de olas
que me acompaña en playas sin nombre
Lentamente desperté del sueño
a una realidad increíble
Mis ojos se detuvieron a la orilla del mar
y unas olas con peces diminutos
cubrieron una sombra reflejada en la playa
Por la luz de la tarde
La Tuna "Voces y Melodías del Valle", dirigida por la maestra Cenelia Márquez puso las notas de las voces y el canto como una variación y alegría adicional en el homenaje al poeta caucano Nivaldo Augusto Hoyos.
Muestra de la obra pictórica del Maestro Carlos Rendón
La Sala de Presentaciones Artísticas del Centro Cultural Comfenalco se colmó de los amigos constantes del Arte que acuden alegres a oír y ver a los autores convocados por la Fundación Plenilunio los primeros sábados de mes a las 6:30 p.m.
Juventud, ancianidad, niños y caras se juntan para recibir el regalo poético, musical y de pintura que se brinda en la ciudad cada mes
La poetisa y almanegra María Teresa Ramírez Nieva asiste y honra con su presencia los eventos Plenilunio
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La reunión mensual es un Encuentro de amigos, poetas y familiares que se relacionan y comparten el trato, la risa y la calidez. Nos visitaron los poetas María teresa Aristizábal, Carlos Gerardo Orjuela, Édgar Lozano y Alos Rojas, invitado especial en otra ocasión.
Amig@: usted puede enviar sus comentarios al mail:
serán bienvenidos.