MEIRA DELMAR, trigal, brisa y cielo
Sala de Exposiciones:
Muestra: "Color Y Más Color"
La poetisa MEIRA DELMAR, derrama frescura, simpatía y con su sonrisa y carisma engalana.
El fundador y Director de la Fundación Plenilunio saluda a los presentes
El escritor Leopoldo de Quevedo lee su ensayo "Meira Delmar, Trigal, brisa y cielo"
La poetisa Doralice López hace su debut en Plenilunio
Jean Michael Barona, con su voz y teatralidad fue una sensación en el Encuentro
El poeta Luis Esteban Patiño lee sus poemas, festivos y siempre punzantes. Dejó una deuda al público.
SOLILUNIO
Polaridades
Canta la piel del viento:
sangre combina con remolacha
contesta la piel de la pared:
En el vientre de una pompa de jabón
la muerte escribe cartas.
Silencio
grita la calma
aunque la abraza un rostro de pasión
Palabras para el papel de nuestra casa
jugueteo que inicia
entre lunas de torcazas
y roce de fragancias
para quien agoniza.
Vuelve la ronda de colores
vuelve el latir del tambor
Vuelve la flor
siempre será flor
si del lago que tiene dentro
su reflejo
no se marcha.
Milton Fabián Solano
Mi Fa Sol
MEIRA DELMAR, trigal, brisa y cielo
Por Leopoldo de Quevedo y Monroy
Cuando el Mar verde en Barranquilla despertó la mañana del 21 de agosto en 1922 encontró sobre la cuna a Olga Chams Eljach. Era su hija. Para siempre la iba a habitar y a cantar su nombre, sus playas, su brisa y su abigarrada y alegre cultura caribe. Su boca, sus ojos, su pluma se impregnaron de la sal, del sol y la arena de su ciudad y sus versos de Verde Mar (1) así lo cantan :
De tanto quererte, mar, el corazón se me ha vuelto marinero. Y se me pone a cantar en los mástiles de oro de la luna, sobre el viento. …Islas, olas, caracolas. Grito blanco de la sal... Y el corazón, de latido en latido, dice ¡mar!
Desde muy pequeña aquella cabecita dorada bullía de versos e imágenes de color y música. Hacia 1933, cuando apenas frisaba los 11 años, entre sueños e inocencia, repasaba su mirada sobre los jardines de su residencia y sobre las Avenidas de la ciudad, las acacias recubiertas de flores rojas y sus ojos le dictaron a sus manos estos versos que ella todavía hoy recuerda con memoria feliz de niña:
Las acacias están florecidas
y mojadas por lluvia reciente.
Yo te espero bajo ellas sonriente
y creo ver tu silueta querida…
Como era la costumbre en niñas de buenos modales, escribía en un cuaderno notas a modo de un diario, en el cual fue modelando el duro ejercicio de la poesía. El cuaderno y sus apuntes desaparecieron, pero fueron la base y surco prodigioso que luego produjo opimos frutos. Estudió su bachillerato en el Colegio de Barranquilla para Señoritas. Allí tuvo como profesor de gramática al poeta Miguel Moreno Alba. Años más tarde sus entrañas saltarían de gozo al ver su nombre junto al de él en la antología : Diez poetas del Atlántico. Del colegio evoca a su amiga más cercana Sitty Miramón con quien compartía un gran parecido espiritual. Amaban los libros y tenían los mismos gustos.
Viajó de niña al Líbano, país de sus padres. Más tarde volvió a hacerlo a través del mar para beberlo en sí en aquella travesía. Un recuerdo de aquel tiempo y de aquel país de sus ancestros, que la sigue aún hoy día, es la visión de un inmenso trigal, cuyas espigas eran movidas por el viento. Así lo expresa en el poema que describe la paz serena que llena su Soledad (2):
Nada igual a esta dicha
de sentirme tan sola
en mitad de la tarde
y en mitad del trigal;
bajo el cielo de estío
y en los brazos del viento,
soy una espiga más.
…
Un silencio muy largo
va cayendo en el trigo
porque ya el sol se aleja
y ya el viento se va;
¡quién me diera por siempre
esta dicha indecible
de ser, sola y serena,
un milagro de paz!
Estudió música en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Atlántico y “llegó a tocar bien el piano”. Tuvo como maestro a Pedro Biava, quien más tarde se convertiría en “uno de sus mejores amigos. Fue un contacto que añadió a su condición de maestro de música. Él era una persona de una generosidad que todo lo comprendía y lo perdonaba”. A raíz de la muerte en 1954 de su madre, quien siempre la animó para que aprendiera este arte, suspendió las lecciones de música y se dedicó de lleno a la poesía.
El año de 1937 fue para Olga, cuando llegaba a los 15 años, el hito que marcó todo su horizonte poético. Una mañana le consultó a su hermana Alicia si, tal vez, sería tenida en cuenta una correspondencia que tenía lista para enviar a La Habana, Cuba, a la Revista femenina Vanidades con un poema titulado: “Tú me crees de piedra” (3). –¿Envío la carta?, le preguntó. Su querida confidente la animó diciéndole : “Mándala, no se pierde nada”.
Tú me crees de piedra…
Y tengo en las pupilas
para tus sueños locos
mil horizontes amplios;
y para las heridas
que te dejó el camino
el bálsamo caliente
y uncioso de mi llanto.
…
Tú me crees de piedra…
Y tengo entre los labios
para tus ansias vivas
un manantial de besos:
y para que te sea
buena y dulce la vida
un rumor incesante
de plegarias y rezos.
…
Tú me crees de piedra
y soy arcilla blanda…
¡Modélame a tu antojo!
¡Escóndeme en tu alma!...
Fue, entonces, cuando su verdadero nombre debía perderse en el anonimato y se puso a cavilar con qué nombre firmaría aquellos versos. Después de desechar algunos, pensó que podía ser Moraima, nombre cercano a su ascendencia oriental, pero luego encontró el sonoro de Meira Delmar. Los editores de la revista se dijeron que “si no fuera porque la autora había firmado con aquel nombre, hubieran pensado que era el mejor seudónimo que alguien hubiera podido escoger”. No quería ni que sus amistades, ni mucho menos su padre, la molestaran porque en ellos hablaba de amores y “sueños locos”. No es que tuviera un amor a la vista ni que la atrajeran los extraños desvaríos de que había hablado Lope de Vega. Eran “sueños de niña que soñaba con un amor de sueños”.
El amor de verdad llegó para Meira, pero no se pudo realizar conforme a sus sueños. Amó con fervor y su amor fue correspondido. Mas pronto descubrió que el hombre con quien había querido trenzar su vida tenía otro compromiso y cortó de inmediato la relación entablada. Más adelante volvió la amistad con él y su familia. Esta experiencia y su trabajo con la poesía hicieron de ella una mujer siempre soltera, mas nunca un ser solitario y sombrío. Meira irradia simpatía, paz interior y sonrisa franca. En un recital, el auditorio estalló en risas cuando respondió a alguien que le pidió que se refiriera a “su amor secreto” y si se arrepentía de haber roto aquella relación. Ella con su humor fino dijo que “le hubiera gustado intentarlo otra vez y vivirlo”.
La Voz de la Víctor y la Voz del Atlántico con sus amigos periodistas Alfonso Fuenmayor, Gabriel García Márquez e Ignacio Reyes Posada la presentaron en recitales y le abrieron las puertas de los círculos literarios y sociales. Después de un homenaje que Rafael Salcedo Villarreal le hizo en 1942 en la Voz de la Víctor, en el brindis la instaron sus amigos a publicar en la editorial Mejoras que aquel dirigía. Así nació en mayo su primer libro Alba de Olvido que su padre feliz alcanzó a presenciar ya que moriría tres meses después. Este libro es su único prologado y lo realizó Ignacio Reyes Posada. Fue recibido con muy buena crítica.
Luego siguieron en 1944 Sitio del Amor, en 1946 Verdad del sueño, en 1951 Secreta Isla, en 1981 Reencuentro, en 1995 Laúd memorioso, en 1998 Alguien pasa y entre 1999 y 2003 Viaje al ayer.
El amor, el olvido, lo imposible son los temas que afloraron siempre en la poesía de esta feliz solitaria impenitente. Son tres “cascabeles prendíos” que se colgaron sonoros en el canto colombo-libanés de Meira. “Especialmente el amor fue el imposible con que venía signada su vida”. Lo adivinamos en su poema Muerte en el sueño :
…
Y me perdí llamándote
nombres de amor, de lágrimas
estremecidos nombres.
Pero tú no volvías
del silencio.
Y yo quedé sobre la tierra,
sola,
con un ausente corazón.
En torno mío tu invisible muerte,
viva en el sueño.
Su personalidad desborda la ternura y sencillez de un ser que ha probado la gloria y la poesía de manos de la divina fuente. Aunque su vista se ha resentido, no su figura ni su voz ni su sonrisa, y asiste cada año a los Encuentros de Mujeres Poetas del Museo Rayo en Roldanillo, Valle. Allí se mezcla, como una más, con la pléyade de poetisas que la han proclamado su más alta y bella “Almadre”. Es un símbolo de frescura, lucidez y persistencia.
Meira dialoga sin rodeos ni secretos de su pasado, de sus vivencias y de su obra. El poema que más ama es Huésped sin sombras (4) y “lo siente casi como una autobiografía”. El desprendimiento existencial, la delicada sensibilidad sobre las cosas, la soledad, en la que siempre ha encontrado el complemento de su vida, ese rincón tan temido y tan doloroso para otros, lo reclama para si, como el mejor tesoro:
Nada deja mi paso por la tierra.
En el momento del callado viaje
he de llevar lo que al nacer me traje :
el rostro en paz y el corazón en guerra.
Ninguna voz repetirá la mía
de nostálgico ardor y fiel asombro.
La voz estremecida con que nombro
el mar, la rosa, la melancolía.
No volverán mis ojos, renacidos,
de la noche a la vida siempre ilesa,
a beber como un vino la belleza
de los mágicos cielos encendidos.
…
A nadie doy mi soledad. Conmigo
vuelve a la orilla del pavor, ignota.
…
Dónde estará la famosa poetisa del ensueño, del amor dolorido, los trigales y a dónde la llevará hoy el viento? ¿Hasta cuándo podremos mirar en el espejo de sus ojos la transparencia del mar y sus ocasos? Meira Delmar es un ave de largo alcance que ha venido, salvando su edad y sus quehaceres, a regalarnos su vuelo y su sonrisa. Sus versos y presencia, sus alas y visiones. Gracias, divina Meira, por visitar a Cali, por hacer el honor a Plenilunio, en esta noche de gala en la sede del Centro Cultural Comfenalco, Valle.
FUGA
Habré pasado yo cuando tus ojos
se vuelvan a buscarme.
Y subirá desde la fuente oscura
del corazón que aún no te conoces,
la palabra encendida del asombro.
“Yo te esperaba y por hallar tu forma,
miré a través de ti como si fueras
de cristal o de brisa.
Ahora te recobro y digo que eres
habitante de todas mis comarcas,
vino en el vaso de la sed abierta,
patria definitiva de mi beso”.
¡Y en vano crecerán en tu llamada
los júbilos futuros.
Porque el amor es río que, de pronto,
desencadena sus corceles de agua
por un cauce de fuga.
Y nadie ha visto regresar a un río.
VERDE MAR
(Del libro Verdad del sueño)
1 De tanto quererte, mar,
el corazón se me ha vuelto
marinero.
Y se me pone a cantar
en los mástiles de oro
de la luna, sobre el viento.
Aquí la voz, la canción.
El corazón a lo lejos,
donde tus pasos resuenan
por las orillas del puerto.
De tanto quererte mar,
ausente me estas doliendo
casi hasta hacerme llorar.
2 ¡Mar!
Y es como si, de pronto,
se hiciera claridad.
Ángeles desnudos. Ángeles
de brisa con luz. Cantar
del agua que danza una
zarabanda de cristal.
Islas, olas, caracolas.
Grito blanco de la sal...
Y el corazón, de latido
en latido, dice ¡Mar!
NUEVA PRESENCIA
Venías de tan lejos como de algún recuerdo.
Nada dijiste. Nada. Me miraste a los ojos.
y algo en mí, sin olvido, te fue reconociendo.
Desde una azul distancia me caminó las venas
una antigua memoria de palabras y besos,
y del fondo de un vago país entre la niebla
retornaron canciones oídas en el sueño.
Mi corazón, temblando, te llamó por tu nombre.
Tú dijiste mi nombre... Y se detuvo el tiempo.
La tarde reclinaba su frente pensativa
en las trémulas manos de los lirios abiertos,
y a través de las nubes los pájaros errantes
abrían sobre el campo la página del vuelo.
Con los hombres cargados de frutos y palomas
interminablemente pasaba el mismo viento,
Y en el instante claro de los bronces mi alma,
llena de ángelus, era como un sitios del cielo.
Una vez, antes, antes, yo te había perdido.
En la noche de estrellas, o en el alma de un verso.
Una vez. No sé donde... Y el amor fue tan sólo
encontrarte de nuevo.
CANCIÓN LEJANA
Y yo también como la tarde
toda me tornaré dichosa
para quererte y esperarte.
Iluminada de tus ojos
vendrá la luna,
vendrá la luna por el aire.
Tú me querrás inmensamente.
Mi corazón será infinito
para la angustia de tu frente.
Yo te daré los sueños míos:
amor, dolor, sencillamente.
Después será la enamorada sonrisa,
el beso, la memoria llena de ti, maravillada.
Y el gozo azul de estar contigo
fuera del tiempo, sin palabras.
De golondrina en golondrina
nos llegará la primavera
de la mirada pensativa.
Y un mismo cauce de dulzura
tendrán las rosas y los días.
Yo te daré los sueños míos:
amor, dolor, sencillamente
Meira Delmar
ADASSIA GHELMAN
¡Hurrra! ...ya nadie es inocente
Juan Gelman
Cada que pienso en ti
yo siento
yo peco.
Pensar los dos entrelazados
libando el mismo néctar
boca con boca
Amándonos.
. No importa el alba o el atardecer
Seguir contigo, entrelazados
pecar o no
seguir con esto que nos ata
y preferir
la acción al pensamiento
TEJIENDO
Teje y teje la araña
Arma su red con experiencias viejas
Busca el sustento que pronto caerá
y se arma de paciencia
Teje y teje el corazón las ilusiones
Las arma con quimeras
recuerdo de otros brazos
y sueña con los besos
Sigo tejiendo al ritmo de la vida
Cuando pienso en ti, todo me alegra
tejo y creo ilusiones
En todas te involucro
luz y esperanza de mi vida eres
Estás aquí
lo compartimos todo
No dejo de tejer mis ilusiones
Pues si lo hago...muero
SENTIRES
Curiosidad triste
Aroma de hierbas
fragancia montañosa
Estéril delirio
Serpenteo entre las sombras
Está el olvido
Mariposa errante
busca un rayo de luz a su camino
Lejanos pensamientos se alejan
Perdida en mi, busco incesante
la llave de vivir
QUIERO
Ser espectadora eterna
de los amaneceres de mi tierra.
Ver volar
las palomas tempraneras
que en los techos
van dejando
el sol bajo su ala,
ver el despertar
del movimiento diario
oír los sonidos de las seis
Oler el azul de la mañana
la mezcla del café, el polen y el perfume
que trae el despertar de la ciudad.
Sentir cada mañana su palpitar
vibrar,
y ser parte de él.
DORALICE LÓPEZ
SIENTO
Amor, al verte
un fogaje blanco mi corazón nubla
Trastorna mi razón, mi pensamiento
y me impulsa a erótica locura.
Siento cómo mi ser
vibra y alboroza
Se esfuerza por apretarte
para fundirme
en una sola forma.
Al gozar
tu sexo y tus danzas
siento sensaciones que
recorren tan adentro…
Tus frases y murmullos
son volcán en arrullo,
como pasión y canto
provocan deseo mortal
y el clímax ... murmura.
PAISAJE VIAJERO
La tarde era de Julio y verano
al regreso del viaje
por la ancha arboleda
tuve un sueño
que no era quimera
Estaba cerca mis ojos
Y no podría tocarlo
El horizonte
se tiñó de color
La luz del sol
Encendió entre mí arreboles
Nubes blancas se juntaron
a jugar a los fantasmas
por los cañaduzales
y las copas de palmas
Las sombras cayeron
las estrellas salieron
a alumbrar la penumbra
Fueron instantes
que grabé sobre piedras
como una pintora
no como poeta
porque para escribirlos
me hizo falta un hombre
DOLOR DE AUSENCIA
Mi corazón está mudo
mi vida se quedó sin fondo
estoy desesperada
quiero gritarle al mundo:
el puño de la soledad me aprieta
Nadie escucha
y este vacío
se hunde hasta el borde
La gente quiere, que oiga razones
que olvide dolores
que crea en imposibles,
sin ilusión alguna
No entiendo
por qué ese ser
que en mí hizo
crecer la tristeza
es el mismo
que me está matando
con su misma ausencia
FELIZ ENCUENTRO
Junto a tu hechizo
amiga mía
te convertiste en amante
En acto de magia
en espacio colorido
quise llenar tu presencia
y vivir el momento
de miel y caricias
Poco a poco
penetraste en mi cuerpo
después de esa escena
estás tan adentro
que nunca has salido.
Amiga o amante,
contigo he vivido
te acompañaré sin rostro
de culpa o de pena
NUESTRO ÚLTIMO ENCUENTRO
Tarde última de adiós
porque presentías
se te iba la vida
Disimulé el dolor con una sonrisa,
vi en tu rostro una sombra muerta
Había en ti paz y dulzura
y no luché por retenerte
Al abrazarte
sentí tu corazón muy lento
y al besarme tu pecho
se despedía con sentimiento
Una luz en mi camino se extinguió
y mi alma se quedó vacía
Esa tarde me cambió la vida
Se acabó la felicidad
y mi amor, para siempre,
te estará extrañando.
ASÍ SOY YO
Clara y sencilla como el agua
De la fuente
en la tierra estoy
con la raíz cortada
Si me hiere el cuchillo
unas hojas caen
pero el árbol queda
Escribo versos
Y realizo fantasías
Y la música riega por la noche
mi canto
Soy un manantial de sentimientos
Y quien se acerca bebe de mi seno
La vida pasa
y hago feliz mi libertad
Amo como soy
y dejo así correr el agua.
ELISA POSADA DE PUPO
ME VOY
No creas que me voy
Me desechaste
No puedes decir
que soy cobarde
Al creer en ti
perdí mi vida
Por eso hoy
ya es tarde para ti
Sé que me quieres
a pesar que vives los placeres
Cuando llegas a casa
la encuentras desolada
De mi recuerdo te llega
una llamarada
Ya no puedo quererte
heriste mi cariño
Aunque lloraste como un niño
me voy
te dejo mi lugar
Tal vez otros amores
te consuelen.
RITUAL
Deja de adornar tu cuerpo
con cincuenta velas,
a menos que desees morir
RUTINA
Me atrapa la rutina
Sangrantes sensaciones
se escapan
Siento que mis raíces
me atan a la tierra de papel
En mi pantalla mental
veo planetas
No tengo boleto para subir
a mi izquierda aparecen ceros.
MILAGRO
Sanación, placebo
píldora de azúcar
sin efecto ni repercusión
Estás curado.
LEY DE GRAVEDAD
Las cosas buenas
malas, bonitas, o feas
cuando caen
siempre
chocan contra el piso.
FORMA DE VIDA
El tipo de vida con que sueño
es el que estoy viviendo
Jamás he permitido obstáculos y derrotas
Poseo la herramienta
para crear lo que quiero
Esto es magia
Bienvenida magia
a la vida de mis futuras generaciones.
RUECA
Rueca mortal
que enreda mi universo
con hilos de sol
Se cubren de niebla
y tejen rayos en mi cerebro
Mis ojos son de nieve
tienen color de tiempo
Se escapa la memoria
Mis pasos son de viento
de madre, de vida,
de vientre y de tierra.
POSESIÓN
Soy la dueña
de la trampa
que encierra mis sentidos
del vértigo que succiona
y atrapa mi existencia
Silencio, desconfianza…
Deambulo por calles solas
busco mi destino
Soy la dueña del tiempo
El espacio me habita
y no lo encuentro
Hoy me siento sola
Y soy dueña de todo
y de nada.
JEAN MICHAEL BARONA
PROFECÍA HACIA EL ARTISTA
Las voces dulces y coherentes de épocas pasadas en baladas
Sueltas sus notas en las atmósferas
imprimen caricias en las imaginaciones.
Abstracciones sutiles, calidoscópicas visiones,
escenas pintadas entre copas,
Perfumes destilados entre brumas.
Las notas tatuadas en memorias urbanas
son gotas cromáticas de lloviznadas fantasías
Elaboradas piezas dramáticas, tejiendo un paralelo pasadizo
hacia montañas líricas.
Un silencio sagrado poseyendo el segundo próspero
de un acto creativo
Explotando lo limitado.
Expandiendo lo rudimentario de nuestro conocimiento.
Siglos tallando un estilo estético,
sobre lienzos diversos en distintos dialectos
Siglos de apretados encuentros
Sobre campos amplios consumiendo pueblos.
Las voces dirigentes despiertan apabullantes multitudes
Imprimiendo un sello único en su siglo
Desflorando al vulgo de su absurdo punto ciego.
Todas las búsquedas de finitas rutas entrópicas
acumuladas cual cosechas de porcionadas siembras.
Elevan las almas oscurecidas por heridas
liberan de cadenas masas postradas por dictaduras.
Las musas pintadas por millares de técnicas
Nacerán en otras tierras lejanas a las nuestras
serán adoradas por diversas etnias
Sus frutos sagrados sembrados en todos los mundos.
Cada día en cada nueva obra
Brillara la aurora
Para bendecida ruta desconocida
de cada nueva presencia creadora.
La parábola instaurada de la mostaza
Se acrecienta palpitando la tierra reverdecida
Cada huella dedicada a la honra será respetada
venerada por una memoria universal.
ASTRONOMIA CORPORAL
Princesa, belleza, frescura, delicadeza
Máxima creación de la naturaleza, oh, ya
Adoración siento acariciando tu figura.
Finura excelsa la que trasmite tocarte
Toda hecha perfecta
Preciosura excitante.
Estimulante resulta mirarte
me arrojas a tu carne palpitante recibiendo mis caricias
Procuras fantasías de un delirio fluido.
Soy un náufrago ahogado en tu océano
Soy un vicioso de tu sexo
Adoro hasta el sueño de probarlo.
Vibra tu carne al contacto de la música cósmica
Oh, musa ardiente
Tu cósmica cabellera suelta
estimula en combate mi alma.
No hay teorema que interprete tu huella en la playa
Acariciar tus pies como las olas marinas
Es entrar en sintonías delicadas como mariposas.
Beso tus deliciosos capullos henchidos
Apretándolos como frutos
Exprimiéndolos
Estrujando mis ahogados sueños húmedos.
Rosados alveolos
Carnosos sentimientos erizados
Eróticos cuadros evocando mitos.
Los muerdo estirando tus cumbres
masticando tus gemidos endurezco mi hervido deseo
Oh dulce compañía
Oh dama de perdida mirada en la distancia
Oh hembra húmeda de selva
Oh blanca figura de carne cruda y mojada.
Tus portales candentes y rojos
Enloquecen los sentidos
Probándolos
Me pierdo voluntario en ellos
Explorando monte adentro tus baldíos territorios.
Ah la savia elaborada de la humana estirpe
cascada caliente que en tu sangre fluye
Ah brava poesía orgánica melodiosa sacarosa de latina sabrosura
Invade la sangre que en tu boca hierve.
Oh gloria a la tierra
Oh gloria a la vida
Por cada nota interpretada en tu lira.
Sentencia bruta anuncia la tierra que tiembla al paso tuyo.
Una corona de cada flor exótica esta tejida por jauría de cromancia
Poniéndola en tu frente honrando tu estirpe futura.
La adoración no acabara hasta el día
Que tu alma deponga su defensa
Rindiéndola ante mí presencia anhelante de gobernarte toda.
LUIS ESTEBAN PATIÑO CRUZ
VOZ QUE SE APAGA
Su voz
como una orquesta desbordada
saluda el amanecer.
Mientras ríe,
mientras canta,
de entre la fronda de cemento
escupe el Odio
su peor aullido.
Sigue un silencio repelente
y el cazador furtivo
deja yacente una pieza más
de su perdida cuenta.
LA PRENSA
Los periódicos capitalinos
son, afortunadamente
una maravilla.
Sí, no tienen tacha,
cuando humedecidos,
ellos, con toda su informe
información
hacen resonar claras tinieblas
en las vidrieras de los apartamentos.
NO DEJES PARA MAÑANA
Cuando por fin comprendí
que estaba envejeciendo,
decidí levantar mi falcata milenaria
y conquistar la vida.
Cambié de ángulo
y del pelo
me propuse tomar a la muerte.
¡Ojalá y la maldita no sea calva!
A VECES TE VAS CON LAS MANOS VACÍAS
Envejecida y cansada
la muerte,
recostó contra la pared de las tristezas
su guadaña.
Tocó a la puerta del constructor
y esperó en vano.
Al partir
marcó con una equis
y retomó su camino
cada vez más lánguido,
cubierto de auroras y de risas.
QUELEDIJOS
El orate al mundo: si tuviera tu cordura,
mi mal sería un cataclismo.
El sueño a los ojos: cierra las cortinas y partamos.
Un ojo del voyerista al otro ojo: vamos al espejo
y te diré de qué clase de niña es que presumes.
Una pierna a la otra: camina a mi lado y calla,
no sea que algo explote.
Y también le susurró: separémonos,
que el dolor y el placer vienen de fiesta.
El cínico al mundo: y de qué te asombras
si soy el fruto de tu cosecha.
El timorato a otro timorato: vale más la prudencia.
El acéfalo a alguien: si pensara…
El libertino al mojigato: al menos no me oculto,
ni miro por la esquina de la cortina.
El hijo, desde al vientre a su madre: aunque soy
sangre de tu sangre, dolor de tu angustia, soy.
El rebuscador al mundo: me matarás sí, pero no de hambre.
Una lágrima a la otra: vamos en pos del océano de su boca,
cristalina catarata de dolor.
GUSTAVO URREGO GRUESO
USTED NO ME CONOCE A MÍ
El que usted conoce
No soy yo (canción caribe)
Usted no me conoce a mi.
¡Que va!
Usted no me conoce a mi.
Usted no conoce mi canción más dulce
ni mi llanto más amargo.
No conoce la tristeza que escondo
bajo el alerón de mi patio
ni donde me llevan mis pasos
ni cuales recodos recorre mi alma.
Ni de mis juegos infantiles,
no conoce de mis temibles monstruos,
de mis miedos debajo de la cama,
ni de mis pasiones mas profundas
Del desenfreno del placer,
del darle rienda suelta al inconsciente
de mis amaneceres locos
de la bohemia que guardo.
Usted no me conoce los sueños
los caminos que surcan mi esperanza
la tormenta que corre por mis venas
el potencial que se agita en las manos.
No conoce mis espinas más agudas,
mis enojos, mi mal genio
mis pensamientos espontáneos
la pasión que mueve el timón
de mi barca.
No sabe del recuerdo que escondo,
de la mirada que no quiero mostrar,
de lo que esconde la apariencia,
de lo que no dicen las gafas.
Usted conoce la máscara,
el papel que represento
el personaje a que juego.
el sobrio, justo y reposado,
que analiza con cuidado
bajo la seriedad de un cargo
detrás de la barrera de un escritorio.
Usted no me conoce a mí,
¡Que va!
Usted no me conoce a mi.
AMOR SIDERAL
Ni la lluvia que moja el sentimiento
y refresca tu voz entre mis huesos.
Ni el viento espacial, ni el sol tallado
podrán borrar tu amor sobre mi cara.
Ya los pasos de la tarde se secaron.
ya la noche nos envuelve con su manto.
En tus ojos se ahogan mis angustias
en mi piel claudican tus deseos.
Por ti se confabula el universo
se bañan de azul las ilusiones,
hacen fiesta los nardos y claveles
y la noche se ilumina en tu presencia.
Amo la libertad de tus brazos,
compañera sideral, gota que quema.
Efímero soplo que recorre el tiempo.
Respiro eternidad entre tus muslos.
Tus ojos furtivos se me escapan
y se vuelan tus pechos de mis manos.
Siento el verde sabor de tu sonrisa
y el aroma canela de tus labios.
Suenan cascos de guerrero entre mi pecho
y busco en ti reconciliarme con el mundo.
PERDIDA EN LA MEMORIA
Recorriendo los mismos sitios donde estuviste
intento recoger tu aliento, tus gestos al hablar
tus ojos al mirarme, y el tono de tu voz
recrea mis oídos. Intento recordarte.
Siento tu presencia
atrapada en los recuerdos;
Tu cuerpo frágil y ágil
me hace soñar, volar la imaginación,
moviéndome el Deseo.
Pienso
en los juegos de algún ángel travieso
que me hizo conocerte y no alcanzarte,
estar contigo sin ser mía.
Sólo un simple recuerdo
de vez en cuando me repasa la memoria
agita mi sangre y vuelve a suspirar.
La vida es retazo de un momento
que se queda mudo en el aire
para añorar el tiempo
y el amor, aunque sea un sólo un instante.
EDUARDO TORO GUTIÉRREZ
PRIMAVERA.
La tarde es pura,
como manantial
de flor y aromas.
Poblada de trinos y cantos
nos atisba con sus ojos azules.
En el horizonte
la niebla levanta sus tules.
Este es nuestro momento.
Desnúdate y tiéndete como el río.
La hierba está mojada
aún por el rocío.
Mi brazo será tu almohada.
Serénate y no tiembles
voy a galopar tus laderas
Subiré hasta la cima
sagrada de tus senos
los besaré con locura,
para beber su néctar .
Quiero palpar en mi boca
las fresas de tu labios,
tus gemidos aturdirán mis oídos.
Quiero abrir a mordiscos
tus escondidas entrañas.
Sé absolutamente mía.
Ofréceme
el rico licor que guardas.
Aplaca con tu aliento
El frenesí que siento
en mi cuerpo,
piel con piel.
Te invito a navegar
por el mar de la lujuria
sin rosa de los vientos.
Es primavera,
desnúdate otra vez.
Por Dios, no digas nada
quiero vivir contigo
el regocijo del deseo carnal.
Sintamos por dentro
el huracán del viento
imposible de atajar.
Es primavera.
Desnuda y exhausta
eres diosa en el prado
con lirios coronada.
SOY UN ÁRBOL
Soy un árbol de mil años.
Entre el temblor de mis ramas
pájaros azules
me llenan de sus trinos.
Dulce peso de globos de miel
lo esparzo por las lomas.
Zumba la abeja
besando el corazón de mis colores
de flor y mariposas.
Estoy anclado a la tierra,
con raíces que abrazan y aprisionan.
El murmullo de la savia
recorre mis formas.
En mi vetusto tronco
se ha arrugado el tiempo.
Mi vestido es de liquen y musgo,
tengo barba de anciano,
melenas de adioses al viento,
y un poco de arcilla en mis brazos
para mullir los nidos.
Entre mis ramas silba el viento
que juega con el rocío.
Por mis hojas resbala
el cristal de la tarde
como gotas de olvido.
Detén tus paso vacilante.
Bajo mi fronda
apaga tu sed con mis renuevos.
Escucha cómo zumba la abeja
y nos canta el sinsonte.
Me duelen en las raíces
ecos asesinos de hachas.
Me duele en el follaje
el caer herido del roble.
Y me duele el alma,
con herida de montaña,
cuando mueren las palmas
que abanican la tarde.
Soy un árbol otoñal
con vestido de invierno.
Soy un árbol cansado
de febriles veranos
y primaveras nostálgicas.
Silbo, canto y arrullo,
soy leño y sombra,
néctar y pico.
Soy un árbol.
Un árbol milenario.
Soy un árbol a punto de caer.
EXPOSICIONES DE PINTURA DE LUIS BARRETO Y
MARÍA MERCEDES ECHEVERRI
Reunión espóntanea de poetisas : Liliana Noreña Marín, Adela Guerrero y Amparo Romero Vásquez durante el recorrido por las dos salas de exposiciones en el Centro Cultural Comfenalco
Poetas, poetisas, pintores y público observan y dialogan en la sala de exposiciones