martes, mayo 08, 2007

ENCUENTRO No. 39

ENCUENTRO No. 39
NUEVOS POETAS Y POETISAS
POESÍA, MÚSICA Y PINTURA.
Lectura de poemas :
MARÍA DEL ROSARIO TORIJANO, ENRIQUE ARISTIZÁBAL, MARÍA EMILIA VÉLEZ, MARÍO ALEJANDRO DESIDERIO Y CAROLINA VARELA

Concertino musical : LEONARDI LEDESMA y MARTÍN BELTRÁN

Exposición de pintura : Maestras LILIANA ANAYA y FRANCIA BUZZI

Sábado 5 de mayo de 2007. Hora : 6:30 p.m.

Sede: BIBLIOTECA DEL CENTENARIO DE CALI Avenida Colombia, calle 4 esquina Teléfonos: 892 2908 / 09.

Copa de Vino.

Entradalibre

Mesa principal: María Emilia Vélez, María del Rosario Torijano, Enrique Aristizábal, Carolina Varela, Milton Fabián Solano. De pie la presentadora y poetisa Gloria María Medina.


Empieza el recital María del Rosario

María Emilia Vélez

Enrique Aristizábal en su debut
Mario Alejandro Desiderio concentrado

Carolina Varela cierra con broche de oro

GUITARRA Y REQUINTO PONEN SAL Y PIMIENTA

Martín Beltrán y Leonardi Ledesma cantan y encantan

EL PÚBLICO SELECTO ESCUCHA Y DISFRUTA


Maestras y adorno en el Encuentro

Liliana Anaya : óleos espectaculares

Nota : las fotografías anteriores fueron tomadas por María Isabel Casas de NTC

"HALLAZGO EN LA INTIMIDAD"

EROTISMO, GESTOS, MIRADAS FURTIVAS, FLORES





Bellísima alegoría del amor en vuelo

CERÁMICA EN VIVO Y EN COLOR

Francia Buzzi : ceramista y escultora

"COMPOSICIÓN Y TEXTURAS"

CARAS, OJOS, BOCAS Y PEINADOS


POEMAS LEÍDOS

LOS MANGOS

Sabor a miel,

arrebol de olor,

bullicio y sol.

Llegan los niños

de la escuela

de la esquina

a la puerta

de mi casa

y mi padre y yo

vendemos los mangos

en un platón.

Extraño la casa,

los árboles y flores del solar

y la compañía de mi padre

que ya no está.


GOTITAS DE AMOR

Hijos del cielo, de piel lozana y mirada profunda,

entre juegos electrónicos y amores platónicos,

van cruzando el valle de su adolescencia

con vivo anhelo de llegar más allá,

más allá, más allá.

El Dios que a todos ama ha permitido

que la brisa cálida de la tarde caleña hecha mujer,

viaje en compañía de la luna y con sabor a caña dulce

despierte con un beso de gotitas de amor

del rocío de la mañana

a los tres seres que como inaccesible nieve,

el sol desde la lejanía abraza.

Como un viajero sin tiempo y sin anclas el recuerdo

va cantando que entre el aire fresco de la serranía

y la luz límpida del Valle del Cauca

huele a afecto sincero que borra fronteras,

acorta distancias y desprovisto de malezas

llega desde el corazón de mi tierra colombiana.

Y los hijos del cielo volarán por vastos horizontes

y al declinar el día el padre detendrá su paso

y cuando la risa asome llegarán con ella los hijos del cielo

con pintadas flores y las vibrantes notas de la juventud ansiada.

Y el padre podrá decirles que se llega más allá,

más allá, más allá cuando se tiene en el alma un volcán;

abrirá paso a las alas del huracán y se preguntará:

¿A dónde irán? Más allá, más allá, más allá....

Recordará a Cali en el vaivén incierto de su pensamiento

y en las gotitas de amor del rocío

que humedece las flores de la sierra ecuatoriana,

estará feliz de ver a sus hijos volar,

les dará su bendición y un beso,

sentirá la caricia de la brisa

que como caleña caprichosa juguetea con su rostro,

alzará sus ojos al cielo

y sabrá que el afecto siempre irá más allá, más allá, más allá,

en donde ni la distancia ni el tiempo lo pueden agotar.

LUCES Y SOMBRAS

A tu lado una guerrillera del norte

luchará por tus sueños,

tu bandera es su bandera.

Ella es libre y no es libre.

Se esconde entre luces y sombras,

se camufla entre las ramas para no hacer daño.

Adormece su sentir con el veneno del olvido

y huyendo de la persecución implacable

de corazones que no sienten

y grilletes que encadenan el alma

permanece clandestina

luchando por tus sueños.

QUÉDATE EN EL CAMINO

Quédate en el camino

y tus ojos harán estremecer

la piel de mi alma,

mi voluntad podría declinar

en tu mirada

y anclados quedaríamos

al corazón y al cuerpo atados.

Quédate en el camino

porque no existen

príncipes ni princesas

sólo seres como nosotros,

figuras de greda moldeadas

por el alfarero de la vida.

formas diversas,

vidas parecidas.

Quédate en el camino…

tal vez decidas irrumpir

en mi cuerpo hasta gemir,

entregarme tu savia

perderte en mí,

nacer y morir,

morir y nacer,

Tú en mi y yo en ti.

Ninguna otra persona,

Sólo tú en mi y yo en ti.


Quédate en el camino,

desnuda mi alma,

recorre mis valles,

saca los fantasmas,

afuera los miedos,

quédate en mi vida.


¿QUIÉN ERES TÚ?

¿Quién eres tú?

me veo en tus ojos,

me pierdo en tu abrazo,

acompañas mis sueños

y enjugas mis lágrimas.

¿Quién eres tú?

que recorres mi espalda

con besos palpitantes

me susurras pasión y sentimiento,

le haces cosquillas a mi cordura

y me envuelvo en tus brazos

en una noche de abril.

¿Quién eres tú?

que me haces olvidar

quién soy yo?

Deshielo tus días,

bebo de la lava de tu volcán,

rompo tus esquemas

y como un imán

te atraigo a mi cuerpo,

juego rondas en tu mente

despeinas mi cabello y

con tus dedos me tocas el alma.

Ya sé quien eres tú: Un poema en mi vida.

María del Rosario Torijano


VERTE CON MIS MANOS

Vendaré mis ojos desquiciados de amor,

percibiré tu presencia entre mis manos,

deletrearé tus huellas con mis dedos.

Recorreré tu superficie

para memorizar tus sitios, los lugares.

Complaceré con el tacto tus anhelos,

rescataré deseos, los gustos, tu apetencia.

Subiremos al cielo, miraremos el mundo,

obtendremos la paz.

LLORAR

La lágrima en la cara,

el llanto en la pupila,

la traición que destruye,

el maltrato que se infiere.





Llora la lluvia en la tormenta,

gime el humilde con el hambre,

la gente se desplaza, no lo entiende,

llora el cielo, la madre, el indigente.

Fluye la vida por los ojos,

la humedad se desprende con las penas,

quisiera el manso su consuelo,

deseara el simple comprensión.

PLACER

El naranjo, la guayaba, el limonero,

el color de la rosa y tu sonrisa,

el verde de las hojas y tu risa.

Los labios y tu aroma,

los suspiros, tu silueta,

tu perfume en el aire,


tu voz, tus ademanes y tus gestos.

Ese cabello, las manos, ese cuello,

la palabra en tu boca

y el susurro de tu cuerpo cuando pasas.

AUSENCIA

Deseos de nombrarte,

anhelos de llamarte,

afanes de alcanzarte,

dolores de no verte.

Tortura no escucharte,

delirio no sentirte,

locura no besarte.

Presencia de tu ausencia,

distancia de tu mente,

vacío de tu ser.

LA HIEDRA

Penetra por tus poros,

absorbe de tu aliento,

memoriza tus formas,

reconoce tu savia, saborea tu humor.

Te acaricia y protege

del frío de la noche,

la mirada maliciosa.

Sube por tu cuerpo,

dibuja tu presencia,

resalta tu figura.

Se solaza en tus fluídos

de sangre, de linfa y liquideces.

Se seca cuando ya no transpiras,

se quiebra y se pierde cuando ya no respiras.

EN-CANTO

Emana de tu cuerpo,

se expande alrededor de tu figura,

trasciende los espacios y la calma

y centra la belleza en tu cintura.

Enrique Aristizábal Duque

SOY

Como en el principio, fui:

Espiral caótica

explosión cósmica

pedazo de abismo

soplo diáfano

microorganismo

arcilla

final de arcoiris.

Me quedé pequeña

para meterme entre tus piensos

ser tu mariposa

pulpa frutal

larva nutriente

semilla

onda expansiva.

Soy, por tu causa

sangre que arde

como la zarza que no se consume.


INTENTO

Era la hora quinta del día quinto

de la semana tercera del mes cuarto

del año sexto y había:

Un cansancio en mis lomos

Dos vértebras torcidas

Tres heridas supurando

Cuatro esquirlas en mis ojos

Que rasgaban mis sueños.

Cinco rastros inventados

Seis rasguños en el sobre sellado

Siete marcas de tu olvido

Ocho maullidos

Que hace un tiempo bautizaron mis oídos.

Nueve nacimientos –mi primavera-

Diez sonatas de amor

Once flagelos de inviernos

Doce campanazos de alerta

Para saltar al techo.

Entonces, me dejé sobornar por el aire

Quien me vendió la idea de que ibas a respirarme

En el dulce intento

De correr tras de ti.


RESPUESTA A UNA BALADA DE AMOR

Negrito, despierta mis plantas en la madrugada
Bebe el rocío de mis flores frescas
Viérteme la brisa que acunas en tus manos
Escudriña mis mesetas, mis colinas
Mira encenderse al eucalipto con tu ventisca

La albahaca ha florecido
El naranjo ha dado sus frutos
La bananera me ha dejado un dulce aroma
He reverdecido como un limonero

Mis picos y valle aclaman tus besos
-Lluvia a torrentes que mi tierra espera-
Unge mi vertiente –escondite de la luna-
Hasta que el petirrojo anuncie nuevamente la alborada

Amor, llévame asida a ti
A donde nace el río
-La montaña sembrada está con cafetales-
Hazme temblar
Donde la altura nos deja sin aliento.


CANTA, CIGARRA

Me seducen tus alas bruñidas

Y esa sensación de volverme acuosa

Como savia exquisita diluida en mi boca

Mis tímpanos están atentos

Para oír tus timbales

Una caja de resonancia trepidante

Espera que fluya tu límpido aire

Mi corazón está en verano

Y mi cabeza hinchada de suspiros

Entre la tierra y las ramas

Se ha acunado el sol.

¡Cantad mi cigarra macho

todo está dispuesto para aparearnos!


CANTO NEGRO

“Duerme, duerme, negrito
que tu mama `tá en el campo
negrito”
Vení a do´mí
Mi negro hermoso
Que tu mamaíta
Con alaba`os
Te va arrulla`
Te va a baña`
En aguae`coco
Pa`satiface`
Tu carne e`fuego
Tu piel e`miel
Vení corriendo
Tomá tu muje`
Como tragoe`ron
Con chonta`uro
Y borojó
La chirimía
La bailo yo
Que soy tambora
Y tu tambo`
Vení negrito
Te vo`a mece`
Mis caderas
Como palmeras
En currulaos
Y mapalés
Que traigo
rumo`e cumbia
que mi sangre
e`tá calentá`
po`que vo`encendi`a
me mantene`


SANTUARIO

La maga agitó su vara-palabra

y desperté:

Malabarista

sobre el hilo del universo

Hada del girasol

con plumas multicolores

Estela

de la estrella de la mañana

Niña tira-cristales

limpia-ríos

Barrendera

de mi blanca casa

Adoradora

del príncipe de la montaña

Y…

En mi santuario de agua viva

Levité para alcanzarte

¡Oh fuente desbordada!


ROMA

Recorrí tus catorce barrios
y mi boca pintó diez esferas rojas
en los puntos donde te incendias.

Bebí vino de las ánforas, en tus límites.
No fui Nerón, ni cristiano, ni judío
sólo culpable de instigar tu ardor.

Tú, que alguna vez te creíste en ruinas
yo te inauguré un coliseo de batallas ígneas
encendí abajo de tu centro
un aro de fuego que no se apaga.

Carolina Varela

AMATISTA

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